Mañana se celebra otra fecha señalada en el calendario: el Primero de Mayo, Día de las Personas Trabajadoras. Y, como no podía ser de otra manera, el akelarre se
moviliza en este acto reivindicativo fundamental del movimiento obrero.
Esta jornada surge como homenaje a los conocidos como Mártires de Chicago, según se decidió durante la Segunda Internacional, celebrada en París, en 1989. Tres años antes, un 1 de mayo de 1986, se iniciaba en Chicago una huelga para reclamar la jornada laboral de 8 horas bajo la demanda de “8 horas para trabajar, 8 de recreo y 8 para descansar”. La huelga duró tres días y acabó en la conocida como Revuelta de Haymarket tras la que cinco obreros anarquistas fueron llevados a la horca. Cinco represaliados a los que hay que sumar otras muchas personas detenidas, heridas o despedidas.
Así que en la conmemoración del Primero de Mayo hay dolor, pero especialmente hay acción y lucha colectiva. Algo que no debemos olvidar en un momento en el que muchos de los derechos de la clase trabajadora están siendo amenazados en un contexto de neoliberalismo salvaje. Un contexto que exige establecer alianzas y crear redes, construyendo un movimiento obrero más inclusivo, que preste atención a las relaciones de poder en función del ámbito laboral, el género, la racialización, la situación administrativa y otros muchos ejes que se entrecruzan en las personas trabajadoras.
Kellys, jornaleras, limpiadoras, manteras, pequeñas autónomas, personal de supermercados, profesionales de la hostelería, riders, trabajadoras del hogar y de residencias… Y todo ese etcétera que permita hacer crecer y enriquecer la solidaridad obrera.
¡Juntémonos para luchar por trabajos decentes y vidas dignas!
