La celebración de la festividad patronal de las comunidades marineras el 16 de julio permite reflexionar sobre los cambios protagonizados por las mujeres del mar. Su implicación en los procesos de dignificación de sus oficios y aportaciones se han traducido en logros organizativos y de reconocimiento institucional y social. Y, con ello, están impulsando un modelo alternativo de ejercicio de poder, sustentando en lógicas de cuidados, de solidaridad, empatía y respeto al entorno.