Tras acercarse a la figura del iceberg para observar cómo afecta el género al mundo del trabajo, Aradia e Iraultza buscan ejemplos que nos ayuden a encarnar estos binomios público/productivo/masculino vs privado/reproductivo/femenino. Pues este binomio se traduce en precariedad e invisibilidad para los sectores con mayor presencia de mujeres. Ejemplos de ello son las empleadas del hogar, trabajadoras del los servicios de atención a domicilio y residencias o camareras de piso.
Los oficios tradicionalmente ejercidos por mujeres están impregandos de precariedad, marginalidad y falta de reconocimiento. Todo ello expresión de la división sexual del trabajo, otra de las facetas del patriarcado a la que las instituciones tampoco parecen hacer frente.