El marco jurídico y legislativo que regula la situación de las personas migrantes está claramente impregnado de racismo. Un racismo que intersecciona con el seximo agravando la precariedad, la invisiblidad y las formas de violencia en el caso de las mujeres. Tras la celebración del Día Internacional de las Personas Migrantes es importante reflexionar sobre las exclusiones y discriminaciones que sustentamos y reforzamos en nuestras sociedades.