Los días 1 y 2 de octubre tuvimos el placer de volver a reflexionar sobre las distopías en el VII Congreso de Género Distópico. Lecturas e interpretaciones sociológicas organizado, como cada año, por la asociación Amigos de Erving y, muy especialmente, por Mariano Urraco Solanilla, Doctor en Sociología y profesor en la UDIMA,
En él tuvimos el honor de realizar la ponencia inaugural que llamamos "Discutiendo los 'supuestos indiscutidos'. Una mirada a la distopía y la utopía desde los márgenes". Un espacio donde reflexionamos sobre la evolución del género en el siglo XXI a partir de las series de televisión estadounidenses. Como ya sabéis, es un tema que llevamos tiempo analizando y que tratamos en la tercera parte de nuestro libro "Series para la resistencia. Diversidad de la televisión frente al trumpismo", que también tuvimos ocasión de presentar allí.
Como cada año, el Congreso fue especial porque está pensado desde el mimo para hacerlo un lugar de diálogo y encuentro, algo que no
siempre ocurre en este tipo de eventos. Aunque, en esta ocasión, lo más destacable fue, sin duda, el propio escenario en el que tuvo lugar y la calidez de sus habitantes: la
comunidad de Cuevas del Valle.
Cuevas del Valle es una pequeña (gran) localidad situada en la Sierra de Gredos. El Congreso encontró esta maravillosa sede gracias al covachero Marcos Jiménez González, doctor en Filosofía, parte de la familia distópica y que siempre nos regala
aproximaciones maravillosas al mundo del cine. Además de por el cuidado y el trabajo de organizar el Congreso en su tierrina, le tenemos que mandar desde Bilbo un GRACIAS enorme a Marcos por
varios motivos.
En primer lugar, por crear un lugar de encuentro entre la academia y la sociedad. Algo que es central para nosotras desde Aradia pero que, en ocasiones, se hace demasiado dificil. En segundo lugar, por ayudar a superar ese sesgo urbanocéntrico y sacar de las ciudades este tipo de espacios. En demasiadas ocasiones, parece que olvidamos que en los pueblos hay historias, miradas y vidas que aportan matices y riquezas a los debates.
Y, ya que hablamos de historias y miradas, no podemos olvidar que nos hemos traído con nosotras "Covalverde". Una novela escrita por Santos Jiménez (y padre de Marcos) que narra los primeros meses de la Guerra Civil en la zona.
Por último, no puede faltar un gracias por guiarnos a conocer a este
rinconín tan mágico y verde escondido en la (para nosotras tan desconocida) Castilla (en concreto, en Ávila).
A este maravilloso escenario contribuyen las personas que lo habitan. Así que no puede falta un agradecimiento a la población de Cuevas del Valle por la acogida y
la atención que recibimos durante estos días en los que, además del congreso, hemos podido disfrutar de su cultura, con una visita única al museo de la localidad incluída. ¡Muchísimas
gracias!
Antes de terminar, queremos dejaros con la reflexión de otro covachero, en esta ocasión de Emilio Jurado, titulada "La distopía salvadora" en la que, con el Congreso como transfondo, reflexiona sobre la necesidad
de (re)pensar nuestros entornos para regresar a esa tierra rural que se ha venido a llamar "vaciada". Y a la que, en nuestro caso, esperamos volver.