Durante las últimas semanas, hemos ido viendo diferentes test para (re)pensar sobre las relaciones de poder en las ficciones como el test Bedchel, Mako Mori, DuVernay o el principio de Pitufina. Hoy nos detenemos en el test de la lámpara sexy.
El test de la lámpara sexy se le ocurrió a la escritora y guionista estadounidense
KELLY SUE DECONNICK que, para saber si un personaje femenino está suficientemente
desarrollado, nos propone responder a una sencilla pregunta: ¿puedes intercambiar al personaje femenino por una lámpara sexy y no
tiene apenas impacto en la trama? Si la respuesta es afirmativa este personaje femenino no es un personaje,
es una LÁMPARA SEXY.
Aunque parezca extraño, hay personajes que pueden encajar en este arquetipo. Por ejemplo, Carey en el Gran Gatsby, Lauren en Mindhunter, Loise Lane en Man of Steel, Marla en The Fight Club, Tracy en Seven, Vanessa en Death Pool...
Este test nos ayuda a reflexionar sobre la importancia de dar fondo y narrativa propia también a los personajes femeninos para que no queden como un mero apoyo en la narración.