En el akelarre, hemos encontrado nuestro libro de referencia y es Los Desposeídos de la maravillosísima escritora de ciencia ficción y fantasía Ursula K. Le Guin. La estadounidense escribió The Dispossessed, su título original, allá por 1974 y fue galardonada por los prestigiosos premios Nebula, Hugo y Locus. Hoy lo podéis encontrar editado por Minotauro y traducido por Matilde Horne.
Os dejamos cinco razones para dedicarle un trocito de vuestra vida a esta maravillosa novela, que también podría ser considerado un ensayo político. Os dejamos cinco, aunque podrían ser muchas más:
- Está imaginado por la gran Ursula K. Le Guin (1929-2018). Una maestra que, en todos sus textos, nos ayuda a ver el mundo desde otros márgenes y nos regala un trozo de su sabiduría. De su maravillosa cabeza surgen obras como La mano izquierda de la oscuridad, La rueda celeste, El nombre del mundo es Bosque o todo el universo de Terramar o de Ekumen. Así como ese Contar es escuchar del que tantas veces os hemos hablado.
- Porque en un mundo marcado por la distopía, Le Guin nos regala una utopía.
-
Y lo hace desde el (tan denostado) anarquismo dibujando una sociedad que vuelve a lo común. Y lo hace a través de Anarres, la luna de Urras, un
entorno hostil sin apenas recursos naturales donde un grupo anarquista decidió exiliarse 200 años atrás.
- La historia se narra a través de los ojos de Shevek, un filósofo y científico anarresti, que viaja a la zona capitalista de Urras, el rico planeta originario de su pueblo. De esta forma, la contraposición entre lo común y el propietariado permite (re)pensar temáticas en nuestras sociedades como la propiedad, el trabajo, el lenguaje, el género, el deseo, las prisiones, la comunidad, el especismo, el consumo de alcohol, la crianza, la academia, la familia o los recursos. Dándonos la posibilidad de pensar otras formas de hacer.
- Y, en el centro del libro, la importancia del cambio y de no encerrarnos en muros, bien sean físicos o simbólicos, para poder avanzar.
Así que, si no lo habéis hecho ya, no os perdáis esta joya de Ursula K. Le Guin, porque es sumamente inspiradora para pensar en otros mundos posibles.