Estamos a las puertas de un nuevo curso académico, con nuevos materiales didácticos y nuevos libros de texto... ¿O no tan nuevos? Y es que, a pesar de que los años
pasan, los contenidos parecen casi paralizados en el tiempo. En un tiempo exclusivamente de hombres, con historias protagonizadas por hombres, inventos de hombres y obras de hombres.
Aunque el porcentaje de mujeres incorporadas a los libros de texto se ha ido incrementado tímidamente, el número todavía es irrisorio. Según la investigación realizada por Ana López-Navajas en su tesis doctoral, Las mujeres que nos faltan. Análisis de la ausencia de las mujeres en los manuales escolares (2015), la cifra de obras originales con autoría femenina recogido en los manuales es de un 7,5%, ascendiendo a aproximadamente un 10% si contamos las reiteraciones. Además, la falta de reconocimiento se agudiza si tenemos en cuenta que, a medida que los contenidos ganan en profundidad, las mujeres se ven expulsadas con más inquina. Es decir, de forma paradójica, como califica López-Navajas, aparecemos menos en la época contemporánea que se imparte en los últimos cursos y casi ni existimos en las Ciencias llamadas duras (Matemáticas, Física...) y en la Historia.
Es decir, las aportaciones de las mujeres son totalmente desvalorizadas y están invisibilizadas. Este hecho hace que hayamos crecido con un agujero enorme en nuestro aprendizaje, sin interiorizar el papel de las mujeres como productoras de conocimiento (y no solo como reproductoras de lo que hacen otros). Un vacío que sigue creciendo en los niveles superiores, porque la Universidad perpetúa esta tendencia. Por propia experiencia, tanto en la carrera de Periodismo como en Ciencias Políticas los referentes femeninos son muy escasos. Algo que se reproduce en el resto de Ciencias Sociales en la UPV/EHU según los primeros resultados de una investigación que estamos realizando sobre los planes docentes desde una perspectiva de género. El resultado es que dejamos en manos de las ideologías e intenciones individuales de cada docente una responsabilidad colectiva cuyo cumplimiento deberían garantizar las instituciones.
Las consecuencias de esta ignorancia sobre las genealogías femeninas no son baladí. Y no se traducen únicamente en morirse de la vergüenza cada vez que nos enfrentamos a una partida en el trivial feminista realizado por Sangre Fucsia (Feminismos reunidos: https://sangrefucsia.wordpress.com/category/feminismos-reunidos/). La ausencia absoluta de mujeres referentes perpetúan una educación androcéntrica, que se traduce en una forma de experimentar que sigue los patrones de la masculinidad hegemónica, sea en la forma de entender nuestros cuerpos, nuestras sociedades e incluso la idea de democracia y ciudadanía. En otras palabras, lo que aprendemos en las escuelas tiene un efecto directo en nuestra relación con el poder y provoca, entre otras cosas, que:
- Se reproduzcan los patrones masculinos. Los valores asociados a la masculinidad, como la competitividad, la fortaleza, la racionalidad absoluta y un largo etcétera, son adquiridos por las mujeres que van ascendiendo en las escalas de poder. Es decir, se camuflan en el ambiente e interiorizan sus principios por lo que su presencia no se ve acompañada de ningún tipo de transformación social.
- Se construyan modelos femeninos a través de una mirada masculina que nos homogeneiza. Los hombres pueden recurrir a formas diferentes de comportamiento, mientras nosotras solemos estar encorsetadas en el patrón de mujer autoritaria (al estilo dama de hierro) o en la imagen dulcificada de empatía y abrazos constantes (modo virgen bondadosa).
- Que los referentes universales sean los hombres. Esto se observa en que las temáticas relacionadas con la crianza, los cuidados, la salud y otras cuestiones ligadas a lo que se considera femenino se consideran políticas de mujeres. Incluso podemos ver esta tendencia en el hecho de que las series de televisión con un número importante de protagonistas femeninas sean definidas como series de mujeres... ¿Os imagináis que esto sucediera al revés?
En definitiva, la masculinidad hegemónica invade el espacio público y excluye todo aquello que no encaja con ese patrón, sea a través de la expulsión directa, de la ridiculización o de la objetivización, entre otras estrategias. El androcentrismo provoca que crezcamos en sociedades que se rigen por un patrón que privilegia todo lo asociado a la masculinidad, convirtiéndose en la medida de todas las cosas. Así que nuestra forma de ver el mundo y, más allá, nuestras formas de concebir los sueños de futuro, los ideales a los que queremos aspirar, están sesgadas por esa mirada androcéntrica, buena aliada de las premisas neoliberales y extractivas.
De manera que no es baladí esa insistencia en que la transformación tiene que empezar (o continuar) en las escuelas. Desde las escuelas podemos construir marcos para la convivencia y el diálogo que permitan dirigirnos a sociedades más diversas y justas socialmente. Nos queda mucho camino, pero mientras seguimos intentando arrancar la educación de las garras de las lógicas conservadoras de este país, nos gustaría ofrecer un pequeño listado de proyectos que puede ayudar a rellenar algunos agujeros. Seguro que hay muchas más iniciativas, así que os animamos a compartir todas aquellas que conozcáis y puedan ayudar a enriquecernos:
- Proyecto "Mujeres con ciencia", a cargo de Marta Macho Stadler, dentro de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU: https://mujeresconciencia.com/
- Proyecto "WikiEmakumeok" para visibilizar a las mujeres en Wikipedia en su edición en euskera, capitaneado por Mentxu Ramilo Araujo: https://mentxublog.blogspot.com/
- La iniciativa anterior bebe que del wikiproyecto "WikiMujeres" abierto por Montserrat Boix y Ester Bonet en 2016. Más informacion aquí: http://www.mujeresenred.net/mboix/blog/
- Base de datos del proyecto de investigación TRACE Las mujeres en los contenidos de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (PET 2008-0293) del Ministerio de Ciencia e Innovación. Aquí se pueden encontrar un listado de las mujeres (y hombres) que aparecen en los libros de texto, las asignaturas en las que aparecen y enlaces a sus respectivas biografías, entre otra información de interés. Se puede consultar en el siguiente enlace: http://meso.uv.es/informe/index.php
- En el artículo de María Vaillo, referenciado al final de esta entrada, "La investigación sobre libros de texto desde la perspectiva de género: ¿Hacia la renovación de los materiales didácticos?", se ofrecen abundantes ejemplos de materiales didácticos inclusivos.
* López-Navajas, Ana (2015): Las mujeres que nos faltan. Análisis de la ausencia de las mujeres en los manuales escolares. Universitat de Valencia. Tesis doctoral.
** López-Navajas, Ana (2014): "Análisis de la ausencia de las mujeres en los manuales de la ESO: una genealogía del conocimiento ocultada". En Revista de Educación, nº 363, pp. 282-308. Disponible aquí: www.mecd.gob.es/dctm/revista-de-educacion/articulos363/re36312.pdf?documentId=0901e72b817fcfba
*** Vaíllo, María (2016): "La investigación sobre libros de texto desde la perspectiva de género: ¿Hacia la renovación de los materiales didácticos?". En Tendencias Pedagógicas, nº 27, pp. 97-124.