¿Quiénes sostienen los cuidados en Pamplona? ¿Qué necesidades existen? ¿Están cubiertas? ¿Qué relaciones de poder
atraviesan la distribución de esos cuidados? Estas y otras preguntas han guiado la presentación del diagnóstico "Pamplona (en)clave de cuidados" que realizamos en el Civican el pasado martes 17
de septiembre y que se enmarca en unas jornadas que buscan visibilizar los trabajos de cuidados.
Junto a la presentación, las jornadas incluyen conferencias y mesas redondas, así como una exposición fotográfica sobre cuidados durante la segunda quincena de octubre en la Casa de las Mujeres.
El título "Pamplona (en)clave de cuidados" incorpora un juego de palabras con el que buscábamos sintetizar los fines del estudio, enmarcado en el III Plan de
Igualdad del Ayuntamiento y, en concreto, en el ámbito dirigido al reconocimiento de los cuidados y al fomento de la corresponsabilidad. Por un lado, abarcar el análisis de la ciudad desde un
enfoque de cuidados y, por otro, generar estrategias que contribuyan a convertir la capital navarra en ese enclave ponga la vida de vecinas y vecinos en el centro.
A través de la investigación secundaria y de entrevistas en profundidad y espacios de reflexión colectiva hemos ido rellenando las páginas de este diagnóstico, que
podéis encontrar aquí:
https://www.pamplona.es/temas/igualdad-y-lgtbi/materiales-y-publicaciones
Pero, ¿de qué cuando nos referimos a cuidados? Parafraseando a la antropóloga feminista Dolores Juliano, "a todas aquellas tareas que hacen que la vida sea vivible". Es decir, todas aquellas tareas que proporcionan bienestar afectivo, emocional y físico a todas las personas según sus necesidades y que son esenciales para sostener la vida. Sin embargo, sabemos que su importancia no encuentra contrapartida en el reconocimiento cultural, económico, político y social. De manera que los trabajos de cuidados están impregnados de desvalorización, invisibilidad y precariedad (vital y profesional). Unas características devenidas de la intersección de diferentes sistemas de dominación en el que se entrecruzan los ejes de género, clase, racialización, procedencia o edad, entre otros.
Así, el diagnóstico profundiza en los dolores y vulnerabilidades que provoca esta organización social de los cuidados injusta. Pero también reivindica estrategias que contribuyan a su democratización, partiendo de la idea de que todas y todos necesitamos cuidados (diversos según nuestras condiciones y ciclos vitales). Este cambio de paradigma, que supera un enfoque asistencial e individualista/familiar, lleva a poner el foco en la necesidad de promover la responsabilidad colectiva de los cuidados. Es decir, a buscar la corresponsabilidad, no solo entre hombres y mujeres, sino también entre las instituciones y la comunidad.
Imágnes de talleres que realizamos a lo largo del diagnóstico "Pamplona (en)clave de cuidados".
No son pocos los cambios que esto supone, pero en el texto se recogen muchas propuestas que provienen de quienes participaron en el diagnóstico, así como de otras experiencias que ayudan a imaginar otros modelos. Además, también nos gustaría compartir las ideas que, durante la presentación del diagnóstico, fueron colgadas del árbol de los deseos para fomentar esa Pamplona enclave de cuidados. Esperamos que todas ellas sirvan de inspiración para que la sostenibilidad de la vida en el municipio sea una prioridad de la agenda política y social.
Durante la presentación del diagnóstico, se compartieron propuestas a través del árbol de deseos de cuidados.
Muchas gracias por acompañarnos en este diagnóstico y compartir vuestros tiempos, reflexiones y vivencias.
Mila esker!